Este 24 de enero se cumplen 8 años de mi ordenación al Presbiterado, mucho he aprendido en este caminar tras las huellas de JESÚS que a pesar de mis limitaciones me ha llamado a servirle
Agradezco tanta gente que Dios ha puesto en mi camino y que me han dado la oportunidad de aprender y crecer.
Pero me gustaría reflexionar sobre tres cosas que a lo largo de estos años se han ido convirtiendo en pilares de mi vocación.
La primera es la Eucaristía, donde la presencia de Jesús en el pan y en el vino son alimento para el camino, es la comunidad allí reunida que celebra su presencia, la hace viva, se fortalece y camina.
La segunda es la Palabra, desde donde Dios nos habla y enseña, desde donde escuchamos y nos animamos a seguirle tratando de modelar nuestra vida en el seguimiento de Cristo
Y la tercera es la Oración, diálogo amoroso con quien nos acompaña y anima con amor fraterno.
Han sido estos los apoyos en estos 8 años, agradezco a mi esposa que me acompaña, a mis hijas y a mi comunidad ya que con la oración de todos es posible seguir adelante.
Somos presbíteros en un contexto pobre donde a veces el desánimo, la desesperanza, nos abaten, pero vivimos en la esperanza de que es JESÚS quien nos llama, nos sostiene y anima a seguirle con fidelidad, es el Señor quien con paciencia y voz suave apoya la mano en nuestro hombro y nos dice SíGUEME .
Cuento con sus oraciones, DIOS LES BENDIGA Gonzalo +
