sábado, 9 de junio de 2012

DECLARACIÓN DEL CLERO DE LA DIÓCESIS ANGLICANA DEL URUGUAY,


DECLARACIÓN DEL CLERO DE LA DIÓCESIS ANGLICANA DEL URUGUAY, CON MOTIVO DE LA MISA CRISMAL,
DURANTE LA FESTIVIDAD DE SAN AGUSTÍN DE CANTERBURY
Y LA CONMEMORACIÓN DEL XIV ANIVERSARIO DE LA CONSAGRACIÓN EPISCOPAL DEL REVMO. MIGUEL TAMAYO

“Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que todos sean uno, para que el mundo crea que tú me enviaste.”
– Juan 17: 21.

Inspirados en estas palabras eternas de nuestro Señor y Salvador, el clero de la Diócesis Anglicana de Uruguay quiere expresar al pueblo diocesano, a los hermanos y hermanas de las diócesis de nuestra Provincia del Cono Sur de América, así como de otras partes de nuestra querida Comunión Anglicana, nuestra voluntad de permanecer fielmente unidos en torno a nuestro Señor Jesús.
Y queremos que esta unidad quede plenamente representada por nuestra adhesión decidida al ministerio de nuestro obispo, el Revmo. Miguel Tamayo, con quien hemos compartido ya varios años de trabajo y de esfuerzos. De alegrías que celebrar y de obstáculos a superar. Ha sido una bendición su ministerio entre nosotros, y por ello damos gracias a nuestro buen Dios, cuya gran generosidad no merecemos.
Queremos, además, confirmar nuestros votos, pronunciados hace tiempo, de servir con amor al pueblo de Dios, bajo la guía de nuestro obispo. Nuestros corazones rebosan de gratitud por el privilegio de servir al Señor, sabiéndonos solo simples herramientas de una obra que siempre nos supera, porque no es nuestra sino del Creador de todas las cosas.
Somos hijos del Reino y, por eso mismo, hijos del futuro que pertenece a los designios de Dios, y no a los afanes de los seres humanos. Caminamos sembrando una tierra nueva, que inexorablemente viene. Un mundo de justicia y de paz, donde todos serán hermanos y hermanas, donde toda la creación celebrará con júbilo la dicha de vivir en un mundo digno de ser vivido. Para eso trabajamos con tesón, y luchamos en paz, y esperamos con fe. Para eso hemos venido a este ministerio y nos disponemos a permanecer en él.
Si no nos comprenden, responderemos con bondad. Si no nos creen, responderemos con paciencia. Si no nos quieren, responderemos con amor.
Reafirmamos, pues, nuestros ministerios sacerdotales y diaconales con la misma y decidida convicción con la que los iniciamos. Con la misma y gozosa vocación a la que una vez respondimos, y a la que ahora volvemos a responder.
Que Dios añada bendición a estos votos renovados que pronunciamos desde nuestros corazones. Que así sea.

Dado en la Fiesta de San Agustín de Canterbury y en el XIV aniversario de la Consagración Episcopal del Revmo. Miguel Tamayo, en la Parroquia de San Agustín de Canterbury, de la Ciudad de Montevideo, a veintiséis días del mes de mayo del año del Señor 2012.

No hay comentarios:

Publicar un comentario